lunes, 30 de diciembre de 2013

Reglas de la SandBox

El Código Penal de Tiphares


En realidad, las normas para jugar una SandBox no son nada complicadas. Son muy fáciles de entender y de respetar, pero lo cierto es que, dado que muchos no habéis jugado nada parecido, hay que entrar en muchos detalles para poder explicarlo. Ánimo, hay mucho texto y la LOGSE hizo estragos, pero no es para tanto. Os prometo que merecerá la pena leer tooodo el tochazo.

AVISO: Hay mucho que leer y es necesario que lo leas para jugar. Si no lo lees, estarás en clara desventaja con aquellos que sí lo lean.

sábado, 21 de diciembre de 2013

En Acto de Servicio


-"Katherine, Kat para los amigos, fue una policía ejemplar, al servicio de la ciudad de Tiphares. Dio su vida con valentía por una causa en la que creía. Una auténtica heroína, diría yo. Con sus momentos de flaqueza… Lo sé. Sé que los tuvo, lo sé porque los compartió conmigo en multitud de ocasiones durante el Sacramento de la Confesión…"-

jueves, 19 de diciembre de 2013

Conociendo la SandBox (I)




Pero esto ¿Qué es?


SandBox es la palabra elegida para denominar este tipo de partidas, ya que la idea surge de los juegos tipo SandBox (GTA, etc) en los que los movimientos y acciones del jugador son libres dentro de unos parámetros. Es decir, el espíritu del juego es que has de elegir tu propio camino, tus propias misiones. Esas decisiones que tomes pueden llevarte a la victoria… O a convertirte en el enemigo público número uno.

Existirán objetivos y misiones permanentes durante el juego, encargos, objetivos puntuales, etc… Pero no son lo principal. Lo principal es que has de entender qué es Tiphares y cuál quieres que sea tu lugar allí. Para entenderlo mejor, quizás lo mejor sea ambientarlo.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Un día en Tiphares

Pellizcos estaba tomando una jarra de pis caliente, o eso pensaba él, maldiciendo al maldito Bodeguero de mierda. Le llamaban pellizcos por su inusual costumbre de sustituir el cuchillo de combate por unos alicates. Decía que le resultaban mucho más útiles.

De pronto, una voz más elevada, que venía del reservado -en el que, casualmente, él estaba apoyado- llamó su atención y prestó oídos para la conversación que tenía lugar entre el jefe de policía y el Traficante de Armas.
-No te doy más de cien mil por todos esos cacharros, tovarich!
-Venga, capullo, sabes que vas a sacar cuatro veces más. Dame doscientos cincuenta y mando a mis chicos al barrio de al lado.
-Grnmpfh.. De acuerdo, pero quita también a los de incendios!
-¿Incendios?- Al jefe de policía le olía a chamusquina. Varios de sus hombres parecían dispuestos a corromperse a la mínima.
-Da. Además, espantan a la clientela.
-No te preocupes. Mándame la pasta con uno de tus chicos y yo me ocuparé.
-Marcos llevará el dinero en un maletín dentro de dos horas. Procura que no le pase nada a mi hijo -Esta información fue de sumo interés para Pellizcos, que pidió la cuenta por señas al asqueroso Bodeguero.-